Inside my head…

or what Isela found there

La nostalgia en la primera noche de horario invernal 27 octubre 2013

Filed under: El mundo,Yo — issieparis @ 21:07
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Nadie es dueño de nada, ni de la tranquilidad, ni de la ciencia, ni de la vida, y sobretodo, nadie es dueño del tiempo. Nadie es dueño del tiempo y de la crueldad con la que arrasa las ciudades, cambia a las personas y modifica los recuerdos.
A veces parece que los recuerdos viven bajo el capricho de la poderosa ley del tiempo. La nostalgia ataca. El tiempo ataca. En la vida todo tiene sus momentos, sus pasos. Nadie puede contra el tiempo. El tiempo pasa y nos va llevando con él. Pocas cosas se salvan de la severa ley del presente, quizás las ciudades, mezclan los tiempos y extienden hasta cierto punto la realidad.
La realidad, cosa curiosa que depende de nuestros recuerdos y nuestro presente, en pocas palabras: depende del tiempo. El tiempo que con su crueldad arrasa con las ciudades, cambia a las personas y modifica los recuerdos.
¿Cuál será la peor nostalgia de todas?¿La de las cosas que nunca han sido pero aún pueden ser?¿La de las cosas que fueron pero ya nunca serán?¿La nostalgia de un ser querido que se aleja?¿La de un nosotros mismos que nunca volverá?¿La del lugar en el que ya no estamos, las cosas en las que ya no creemos, las cosas en las que en un futuro dejaremos de creer?
Creo que estoy pensando en la nostalgia de la persona que ya no soy, de los momentos de mi vida que no van a volver, del tiempo que se ha ido y del tiempo que vendrá.
Hubo un momento en el que cambié. No sé que fue, pero a partir de ese momento nada volvió a ser igual. Los momentos son como las palabras, pueden provocar muchas desilusiones.
Las palabras esconden una música que depende de los acentos y las sílabas. Equivocar unas letras puede suponer una catástrofe, un cambio vertiginoso de sentido. La pérdida de la armonía depende muchas veces de que las letras, los acentos y los corazones encajen en su sitio.
La noche siempre trae momentos de nostalgia, pero a veces la necesidad de ser feliz es más fuerte que la historia personal y el propio cuerpo.

 

Isela en la ciudad. Viviendo en el exilio. 23 May 2013

Filed under: El mundo,Yo — issieparis @ 23:40
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volaras volaras

No es exactamente un exilio, aunque de cierta manera lo es. Muchos dirán que si ha sido por elección propia no tengo derecho a llamarlo exilio. Pero así lo hago porque así se siente. Viviendo muy cerca, pero sintiendo como si fuera un país totalmente diferente al otro lado del mundo.

El estado de exilio tiene la estructura de un sueño. Caras qué se habían olvidado, lugares qué se ven por primera vez pero suenan de algo. El sueño es un campo magnético que atrae imágenes del pasado, presente y futuro.

Caminando por una ciudad ajena me veo atraída por el campo magnético del sueño, y me parece que mi biografía ha sido escrita mucho antes. Y entonces el estar lejos no parece resultado de las circunstancias externas o elección propia, sino las coordenadas del destino. Viviendo lejos parece que todo es un sueño, lugares y caras nuevas que suenan de algo. Creo que ya había estado aquí antes…

Las personas que conocí, las personas que conozco y las que conoceré centellean como cometas, pasan como sombras de alguna vida anterior. Se encuentran y se cruzan, todo dentro de mi mente, como un eterno y surreal sueño. Personajes de mi pasado, mi presente, y quien sabe quizás también, de mi futuro teniendo conversaciones ficticias ahí dentro, muy dentro de mi cabeza. La vida como un sueño.

Quizá sea reconfortante pensar que cada exilio es un trabajo sobre la autobiografía propia. Un capítulo más. Porque después de todo la historia de una vida sólo se puede contar en partes y fragmentos. Capítulo empieza, capítulo termina. A veces el exilio es la historia de las cosas que dejamos atrás, la historia de las primeras mañanas solitarias, porque el exilio es como un sueño, pero es un sueño con pesadillas.

En el exilio, estando despierta, aparecen como en un sueño rostros que me parece conocer en personas que nunca había visto, canciones que me parecen familiares y que nunca había escuchado, lugares nuevos con sabor a nostalgia.

No es exactamente un exilio, aunque de cierta manera lo es. Pero así lo llamo porque así siente. Fue una elección propia dirán muchos y que no tengo derecho a llamarlo exilio. En el exilio, como en la autobiografía, se tiene que determinar qué es lo importante y lo que no, sin olvidar que la vida solo puede contarse en fragmentos. Un capítulo más, un capítulo menos.

Lo importante de este capítulo es que a veces tienes que ir lejos para descubrir que siempre has estado en el lugar en el qué tienes que estar, que tienes una vida en un lugar al que puedes llamar hogar, y que hay muchos rostros del pasado que se merecen tu presente, y tu futuro.

 

La vaga y breve historia sobre mi experiencia extrasensorial 5 diciembre 2012

Filed under: El mundo,,Yo — issieparis @ 21:06

Anoche mi mente era poderosa. Me despertó una necesidad, que se sentía casi de vida o muerte, por ir a la computadora porque alguien deseaba hablar conmigo. No es algo fácil de describir pero tampoco era la primera vez que sucedía.

Creo en el poder de la mente, y anoche mi mente era poderosa. Me dijo lo que ya hace tiempo se estaba desarrollando en mi interior, y que llegaba el momento de revelar. No estaba precisamente despierta, pero no estaba precisamente dormida. No se podría definir mejor un estado zombie. La mayoría de las personas dirá que es mi estado permanente.

Pero anoche era diferente. Mi mente era poderosa. Se supone que la telepatía no existe, pero algunos hechos raros me han convencido de qué sí. La proyección mental. La proyección astral, anoche sentí como mi alma quería salir de mi cuerpo, pero mi mente era poderosa y me jaló de vuelta. No estoy loca. Las vibras existen. El poder mental existe.

Anoche mi mente era tan poderosa que había internet en mi habitación, un hecho terriblemente raro. Había internet para que tú me contestarás… Anoche mi mente era poderosa, pero no ha llegado el momento en que sea tan poderosa como para que finalmente sea nuestro momento…Image

 

Un minuto de silencio para Margotte 26 agosto 2012

Filed under: El mundo,Yo — issieparis @ 14:57

Me viene a la cabeza una frase que dicen mucho algunos amigos cuando alguien se les acerca demasiado: «Estás tan cerca que invades mi espacio personal». La invasión del espacio personal, una cosa que suena tan simple pero qué a la vez es mucho más compleja de lo que imaginamos.

Esa sensación de violación a tu espacio personal es uno de los sentimientos que causan más impotencia de los que se puede tener… Así me siento hoy: violada. Violaron mi espacio personal. Alborotaron todo. Se llevaron a Margotte.

Hay rincones en los que podemos ser nosotros mismos. Rincones que volvemos nuestros. Rincones que llegan a encerrar lo que representa nuestra personalidad. Se convierten también en «espacio personal». En mi caso, ese espacio es la habitación en la que duermo en casa, como lo llamaríamos por aquí, mi cuarto. Ahí habito yo, mis sueños, mis miedos, mis anhelos, mis debilidades, mis momentos de debilidad, ahí habita todo lo que tiene cierta importancia para mí.

Ver todo eso tirado, en montañas en el suelo, las cosas que no tendrían valor para nadie más que para mí destrozadas, y las que si tenían, saber que nunca más volverán. Es un golpe anímico fuerte. Es como una reconstrucción. Cuando te despojan de tu espacio y de las cosas que lo conformaban, se roban también un pedazo de mi alma.

Momento de reconstrucción obligado. Momento de reordenar las cosas ya empolvadas. Momento de recordar lo que ya se había dejado en el olvido. Momento de volver hacer sentir el espacio como propio.

Hasta hace un par de meses estaba segura de que la suerte estaba de mi lado. Qué la muerte nunca se acercaba demasiado. Que no me ocurrían cosas malas. Que no me ocurrían accidentes trágicos. Que nadie se robaba lo que tanto me había costado construir. Ahora ya no estoy segura de eso, y lo peor de eso es que deja la paranoia asomar, y con ello el miedo…

¿Y cómo se puede vivir con miedo?

 

Palabras para él… 11 May 2012

Filed under: El mundo — issieparis @ 1:34

Desde que tengo memoria él siempre estuvo ahí. Lo recuerdo caminando por aquella vieja casa, rondando por el corral (en el que ya sólo quedaban gallinas), sentado en un rincón, observando a las personas…siempre envuelto en su jorongo. Jorongo que bien podía ser un zarape, una manta o una cobija. Un personaje friolento.
Algunos han dicho por ahí que heredé esa manía de andar por la casa enrededa en mi cobija de él. No sé si en realidad fue de él que inconcientemente se me ocurrió, pero lo cierto es que me encanta abrazar mi manta por todos lados.

Siempre he tenido una tendencia a ser una persona solitaria, quizás los síntomas de convivir mucho con adultos en la niñez. Quizás el hecho de tener hermanos hasta que ya no era tan pequeña. Quizás que siempre me he entendido mejor a mí misma que a otras personas. Cuando pasas mucho tiempo solo aprendes a usar la imaginación e inventar juegos para ti mismo. Así inventaba mis juegos en esa vieja casona. Paseando entre las plantas y árboles del corral. Arrancando montones de flores para hacer familias: los padres con sus hijos y sus aventuras; a costa claro de las cuidadas macetas de latas de jalapeño de mi abuela. Él jugaba conmigo. No tengo muchos recuerdos de él, pero sé que jugaba conmigo. Eso nunca lo he olvidado. Tomaba sus flores «papá» y ayudaba en la familia «florecita».  Y como diría mi madre: «Increíble para sus pulgas, pero ahí andaba por el patio jugando con las flores».

También estaba la lotería. La Issie Paris de 3 años amaba los juegos de mesa, pero siempre hacía trampa. Y así la recuerdan todos, jugando a la lotería con él en la mesa de la cocina. Dando las cartas. Preguntando cuáles le hacían falta a él para deslizarlas hacia la parte de abajo. Siempre hacía trampa. Lo hacía siempre que jugaba y de hecho pensaba que nadie lo notaba. Que siempre me salía con la mía. Me enteré muchos años más tarde. Todos se daban cuenta. Él se daba cuenta y me dejaba ganar. Nunca me dijo que siempre supo que yo hacía trampa.

Muchos pensaron que él era huraño. Antisocial. Que gozaba más estar sólo que estar acompañado. Un día simplemente me dí cuenta que era sumamente tímido. Una tímidez que a veces me acompañaba y supongo que anda por ahí perdida en un gen que él aportó a mi cadena genética. Tímido con su voz siempre en un volumen bajo…así como la mía. Imagino que de cierta forma disfrutaba de su soledad, que se acentuó en los últimos años, hasta que ya no quiso estar sólo y disfrutaba de cualquier compañía con la que pudiera contar.

Él con sus pantalones cafés, y sus guayaberas que parecían siempre como sacadas de una época de mucho tiempo atrás. Su look como de provinciano de otra era. Cuando yo nací él ya andaba pisoteando los 7o. Él que vio cambiar el mundo como muchos de nosotros apenas podemos hacer suposiciones. Un hombre que vio pasar casi un siglo delante de sus ojos. Mil cosas que no sé de él porque nunca consideró importante que yo supiera, y yo tampoco. Mil historias que quedarán perdidas en el tiempo.

Una persona de armas tomar, con un carácter fuerte que se asomaba aún detrás de su tímidez. Amante del queso cotija añejado (un delirio que definitivamente comparto), y claro, de la Coca Cola. Él decía que tomar Coca Cola era como estar en el cielo. Espero que si está en algún lugar pueda tomar su Coca Cola con tamales sin carne, así como tanto le gustaban. No sé si se pueda morir de tristeza pero yo vi su mirada triste. Personas de mirada triste.

Personas de mirada triste. Personas longevas que parecen inmortales. Personas testigos de una vida. Personas que siempre están ahí no importa qué. Personas como el abuelo. Hoy ya no está pero seguirá mientras haya personas que lo recordemos. Yo lo recordaré.

A Daniel Cuevas Galván. Mi abuelo.
14 de Noviembre 1918- 6 de Mayo 2012

Daniel Cuevas Galván

 

¿Qué es lo primero que invade tu mente cuando piensas en mí? 22 marzo 2012

Filed under: Libros,Naturaleza humana,Películas,,Yo — issieparis @ 10:32

¿Quién eres tú?, es lo que la oruga le repite, una y otra vez, a Alicia. ¿Quién eres tú? Dime, ¿Quién eres tú? Una pregunta tan simple y complicada a la vez, con ninguna respuesta y todas las respuestas del mundo al mismo tiempo. ¿Quién eres tú? ¿Quiénes somos? ¿Quién soy yo?.. ¿Quién soy yo? ¿Qué es lo primero que invade tu mente cuando piensas en mí?

Imagina que no nos conocemos, que no sabemos nada el uno del otro: ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente cuándo te digo que soy mexicana? Estereotipos. ¿Vas a pensar diferente de mí por ser mexicana?

A veces pasa, los seres humanos las personas al formar parte de una sociedad nos construimos ciertas ideas para etiquetar, clasificar, juzgar… Si me ven feo por ser mexicana no me sorprende, yo puedo hacer lo mismo ( y estoy segura que lo he hecho más de una vez), al final, somos todos iguales y diferentes a la vez. Entonces, ¿Quién soy yo?, una de las preguntas filósoficas y psicológicas que ha rondado las mentes de los pensadores por eternidades.

¿Quién soy yo? Soy animal. Soy mamífero. Soy homo-sapiens. Soy mujer. Soy joven. Soy americana. Soy mexicana. Soy editora. Soy diseñadora. Soy maestra. Soy licenciada. Soy escritora. Soy pintora. Soy aprendiz. Soy soñadora. Soy imaginativa. Soy creativa. Soy distraída. Soy aplicada. Soy desorganizada. Soy ordenada. Soy dormilona. Soy desvelada. Soy maniaca. Soy impulsiva. Soy pasiva. Soy inteligente. Soy bonita. Soy delgada. Soy pequeña. Soy blanca. Soy testaruda. Soy empática. Soy enigmática. Soy misteriosa. Soy ocurrente. Soy curiosa. Soy Impuntual. Soy cinica. Soy amable. Soy noble. Soy fiel. Soy honesta. Soy sarcástica. Soy lectora. Soy Yo.

Soy lo que veo. Soy lo que toco. Soy cada libro que he leído. Soy cada película que he visto. Soy cada canción que he escuchado.Soy cada lugar en el que he estado. Soy cada persona que he conocido. Soy cada momento que ha sido mío y sólo mío, soy mi percepción de las cosas. Soy la mentira y la verdad de mi vida. Soy México. Soy Canadá. Soy España. Soy un pedazo de ti. Soy yo. Soy única. Y me encanta.

Las huellas que deja la vida en nosotros se ven en el rostro, las huellas que deja el amor se leen en el corazón… soy cada persona que he conocido. Soy lo muerto y lo vivido. Soy yo… o ¿Quién eres tú? Es algo que nunca termina y que tanto yo, como tú, seguiremos descubriendo en esta vida y en las siguientes…

¿Qué es lo primero que invade tu mente cuando piensas en mí? ¿Alguna vez piensas en mí?… Yo pienso en ti.

 

Los fantasmas de mi vida… 24 septiembre 2011

Filed under: El mundo,Naturaleza humana,Yo — issieparis @ 17:45

Como todos los espacios, también el nuestro está repleto de fantasmas. O bueno, creo que , mas bien está superpoblado de ellos: se encuentran en abundancia, a cada paso, en cada rincón, detrás de cada fenómeno, en la esencia de cada evento: los más pequeños y planos existen incluso entre estas letras. Todos cargamos con nuestros fantasmas.

Dirían en inglés: We all have baggage. Los recuerdos, las personas, los sentimientos, las sensaciones, las nostalgias, se convierten en fantasmas. Nuestro espacio está repleto de fantasmas, a cada paso se puede sentir su presencia.

Hay muchos tipos de fantasmas, quizás se puedan dividir simplemente en buenos, malos y chistosos. Los espíritus maléficos, por supuesto, están detrás del mal humos, las horas oscuras y los eventos tristes. Con una insistencia terrible, rondan alrededor de nuestra memoria y de nuestras ilusiones.

Así como el «coco» quiere ingresar en las habitaciones de los niños para comerlos; así mismo ese tipo de fantasmas quieren introducir en nosotros el Vacío. Y a veces lo logran. Partículas de Vacío que se introducen en la ropa, el calzado y principalmente, en las miradas huecas. Estas nostalgias dominan el viento que vacía las almas.

Lo más peligroso, es cuando los recuerdos nos torturan tanto que se vuelven demonios que alimentan nuestros temores más íntimos, y les enseñan a romper el vínculo entre el sueño y la realidad.

A los chistosos les gusta jugar con nuestras mentes, engañarnos confundiendo la verdadera naturaleza de las cosas y sembrando dudas. Por el contrario, los fantasmas buenos ahuyentan las dudas, esclarecen el pensamiento y eliminan los tallos de la infelicidad.

Nuestro espacio está lleno de fantasmas, superpoblado de ellos. Entre ellos por supuesto están todas las personas del pasado, todos los ex… exnovios, examigos, exconocidos, exsensaciones, exsentimientos, excosas, que ya no están, que ya no somos, y sin embargo están ahí. Nuestro espacio está repleto de fantasmas. Todos cargamos con «equipaje». Y me pregunto si pudieramos verlos a todos, como sería el recién conocer a alguien y decidir si quieres cargar con su «equipaje» también. Una habitación repleta de fantasmas, que a fin de cuentas, nos han convertido en esas personas que somos.

 

Siendo yo así como yo soy 31 julio 2011

Filed under: Naturaleza humana,Películas — issieparis @ 11:22

Anoche, por casualidad, encontré la película El último emperador de China en la televisión. Cuando tenía como 5 años me encantaba ver esa película en las trilogías del canal 5; y digo ver por decir algo, porque a esa edad sólo me permitían ver hasta el momento en el que el emparador se casa, después de eso la película se volvía muy de adultos. Justamente hace un par de días había caído en cuenta de que nunca jamás había visto el desenlace de la película, para mí se acababa ahí. Al igual que Cinema Paradiso se acababa cuando el niño crecía.

Durante 20 años no me importó conocer el final de dicha cinta, pero ya que se cruzó por mi camino comencé a verla. A los 5 minutos estaba ya enfrascada en la trama, ya no parecía de un mundo irreconocible, ni tan lenta, y bueno ni tan adulta, ni tan algo que no debes ver, como dirían mis padres. He estado reflexionando tanto por la trama como por mis pensamientos al esperar un par de décadas para conocer que pasó después con ese último emperador (al menos según la cinta):

Es increíble la percepción que tenemos de las cosas según las edades y las experiencias a las cuales nos afrontamos. Es casi inexplicable, esa sensación de: ¡Vaya no es así como recuerdo que eran las cosas!

Recordaba esta película como algo místico, oscuro, de otro mundo, y porque no… bastante aburrido. Como algo no adeacuado, prohibido… eso prohibido que al ser revelado ahora solo me parece una bien lograda historia sobre como cambiamos al transcurrir la vida. Al inicio siempre cargamos con muchas cosas, quizás cosas que no nos corresponden pero nos son atribuidas. Costumbres, ideas sociales, patologías familiares, pensamientos incrustrados, un grupo de cosas que simplemente nos son «heredadas».

Quizás me estoy volviendo vieja, o estoy llegando a la madurez, pero hay cosas que antes parecían trascendentales y que ahora se ven sólo como tonterías. Historias cruciales que ahora sólo son recuerdos. Razones de vida que ahora sólo son un camino pasado.

Quien sabe, a lo mejor en verdad me volví una «niña grande» cuando los de 18 años comenzaron a verse como infante; o a lo mejor maduré crecí en el momento en que me di cuenta que no vale la pena seguir las reglas solo porque existen, fingir ser quien no eres sólo por quedar bien u ocultar cosas por tabúes sociales. Y al contrario que el emperador Pi Yu, no vale la pena convencerte de que eres quien te dicen que eres sólo porque así se te indica, sino sólo ser quien tú eres.

 

La eternidad vive en un parpadeo… 25 May 2011

Filed under: Naturaleza humana,,Yo — issieparis @ 0:32

Contemplando los movimientos de nuestra vida, con aquéllos meláncolicos pensamientos de lo qué es, lo qué fue y lo qué pudo ser, alcanzamos por segundos la eternidad. La eternidad al repetir en nuestra mente una y otra, y otra, y otra vez… y otra vez esos acontecimientos qué nos han marcado. Es en ese momento cuando todas esas creencias que han intentado inculcarnos por años (en la escuela, la sociedad, la familia, etc.), se vuelven nada.

La eternidad: ese ínfimo momento que arruina para siempre la posibilidad de la perfección. Todas esas ocasiones en que nos encontramos tan cerca del éxito, y en ese segundo eterno todo sale mal. Todas esas palabras que deberíamos haber dicho, todos esos gestos que deberíamos haber hecho, todas aquéllas oportunidades que no supimos aprovechar y que por siempre quedarán enterradas en la nada. Lo que pudo ser.

Transitando por nuestra mente una y otra vez, imaginando los mundos paralelos en los que en el momento cúspide actuamos de manera contraria y ¡voilá!.. la perfección. Ese mundo paralelo, donde a posteriori, sabemos exactamente todo: qué decir, cómo actuar, cómo alcanzar lo que deseamos. Una eternidad paralela, una perfección inexistente que al final vive solo en lo más profundo de nuestra imaginación. Lo que es.

A veces fallidas y a veces acertadas: decisiones. De eso se trata la vida. Una serie de elecciones, caminos que se dividen, personas que se van, personas que vuelven. La eternidad tan cerca y tan lejos. Círculos. Caminos nuevos. Caminos ya transitados. Y al final: somos lo que hemos sido. Somos decisiones pasadas. Somos nuestra historia. Soy yo y eres tú. Y en el limbo, algún lugar imposible de describir, existen todos esos tú y todos esos yo, que estuvieron tan cerca y tan lejos de alcanzar la perfección por un segundo. Lo que fue.

«Las marcas que deja la vida en la cara se ven. Las huellas que deja el amor en el corazón se leen. Aprende a ver y leer»…

 

De la existencia… 31 marzo 2011

Filed under: Libros — issieparis @ 21:06

«¿Tú quisiste venir a este mundo? ¿Verdad que no? ¿A que no? No, no pudiste querer venir porque no existías. Y, por la misma razón, yo tampoco quería que vinieras al mundo o, mejor dicho, quería un hijo, pero no eras tú, pues como no te conocía, no podía querer que nacieras precisamente… Yo quería un hijo en abstracto, y tú eres un hijo en concreto…«

Stanislaw Lem
El Hospital de la Transfiguración